Una hoguera doméstica del Paleolítico Superior, pieza del mes en el Hospitalito
Se trata de una pieza prestada que solo se podrá disfrutar durante el mes de septiembre.
La delegada de Cultura, María Eugenia Lara, ha presentado la pieza del mes, que en esta ocasión correspondía a los restos de una hoguera doméstica del Paleolítico Superior. La elección de esta pieza, que abre el nuevo curso, se entronca con el cierre de los Coloquios del Museo, que se cierran esta noche con una charla sobre los cazadores recolectores de la Alta Andalucía de esa época. Por eso, no se trata de una pieza propia del Museo, sino de un préstamo que solo se podrá disfrutar durante este mes.
La pieza corresponde a los restos de un hogar (hoguera doméstica) realizada por un grupo de Homo sapiens, cazadores recolectores, pertenecientes crono-culturalmente al Magdaleniense Final (Paleolítico Superior Final), con fechas absolutas de 12.000 años antes del presente.
Este hogar fue localizado en la Unidad Estratigráfica III del Abrigo del Portillo (Bedmar, Jaén) en un contexto de suelo de ocupación asociado a ricos conjuntos de restos líticos (herramientas de piedras) y faunísticos (restos de animales). El hogar corresponde con una estructura calorífera que fue utilizado para realizar diversas tareas domésticas (como cocinar, asar, etc.), y como fuente de calor haciendo la función de punto central del espacio común del abrigo.
El hogar está compuesto de restos de carbones pertenecientes a las especies arbustivas de enebros y sabinas, y de restos de piedras calizas conformando una estructura circular.
La pieza corresponde a los restos de un hogar (hoguera doméstica) realizada por un grupo de Homo sapiens, cazadores recolectores, pertenecientes crono-culturalmente al Magdaleniense Final (Paleolítico Superior Final), con fechas absolutas de 12.000 años antes del presente.
Este hogar fue localizado en la Unidad Estratigráfica III del Abrigo del Portillo (Bedmar, Jaén) en un contexto de suelo de ocupación asociado a ricos conjuntos de restos líticos (herramientas de piedras) y faunísticos (restos de animales). El hogar corresponde con una estructura calorífera que fue utilizado para realizar diversas tareas domésticas (como cocinar, asar, etc.), y como fuente de calor haciendo la función de punto central del espacio común del abrigo.
El hogar está compuesto de restos de carbones pertenecientes a las especies arbustivas de enebros y sabinas, y de restos de piedras calizas conformando una estructura circular.