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El Puerto de Santa María
Pedro Muñoz Seca

Legado

Pervivencia y valoración de su obra

Después de su muerte, el teatro de Pedro Muñoz Seca cayó en un cierto olvido, en parte por el cambio de los gustos estéticos y el carácter de muchas de sus obras (circunstanciales y basadas en la actualidad) y en parte por prejuicios de distintos tipos. Incluso algunas de sus obras fueron censuradas en la posguerra por sus alusiones políticas.

A pesar de ello, determinadas obras, especialmente La venganza de don Mendo, por su calidad y gracia indiscutible, se han repuesto por importantes actores y en grandes teatros. También se han realizado diversas adaptaciones para el cine y la televisión.

Pero donde nunca se le ha olvidado y ha estado siempre vigente ha sido a nivel popular. Son innumerables las representaciones por grupos aficionados de todo tipo y en cualquier ocasión.

La fecunda producción teatral de Muñoz Seca (más de 300 obras) gozó en su mayoría de un enorme éxito de público. Frente a esto, una parte de la crítica atacó duramente su obra tachándola de comercial, superficial y falta de calidad literaria. Para el autor portuense la crítica partía de un error de enfoque, ya que su obra cumplía perfectamente la misión para la que estaba escrita: divertir, y hacer reír al público.

De todas formas, ni la crítica de su tiempo ni la actual niegan el ingenio, la gracia inimitable, la capacidad de comunicación con el público y, sobre todo, su "carpintería teatral" en la que fue indiscutible su maestría.

La gran aportación ha sido lo que el astracán supone de ruptura con el modelo realista y verosímil anterior, introduciendo un distanciamiento y una teatralidad que son precedente del teatro del absurdo que se desarrollará en la producción teatral de la posguerra y que influirá en autores como Jardiel Poncela, Paso, Mihura...

Exposición permanente y Fundación Pedro Muñoz Seca

En 1995 se constituyó la Fundación Pedro Muñoz Seca, recayendo la Presidencia en Dª. Rosario Muñoz-Seca Ariza, hija del comediógrafo. Una Fundación Cultural -en cuyo patronato figuraba el Ayuntamiento de la ciudad- sin ánimo de lucro, cuyos objetivos fueron la conservación, estudio y difusión de los fondos documentales y bibliográficos relativos a Don Pedro Muñoz Seca; la investigación de la comediografía universal en su evolución histórica, contribuyendo al mejor conocimiento del género teatral al que Don Pedro Muñoz Seca consagró su trabajo y capacidad creativa; el fomento de la comedia como género teatral específico y diferenciado y a la vez amplio y difícilmente delimitable; y, por último, el fomento del teatro en todas sus formas, principalmente en El Puerto de Santa María, ciudad natal de don Pedro Muñoz Seca.

La sede de la Fundación Pedro Muñoz Seca se encontraba en la que fue la casa del comediógrafo portuense (C/ Nevería, 48, en la actualidad sede de "La casa de Indias") hasta su marcha a Madrid a principios del siglo pasado. Posteriormente se trasladó al Edificio San Luis Gonzaga, antiguo colegio de los jesuitas donde estudió el comediógrafo. Durante casi veinticinco años, la Fundación se convirtió en un centro de documentación de gran importancia para todos aquellos interesados en el estudio de la comediografía y, en particular, de la figura de Muñoz Seca. Se atendían consultas de investigadores y se celebraban congresos nacionales con la participación de destacados docentes universitarios venidos de toda España. Desafortunadamente, en 2018 el Patronato de la Fundación acordó la disolución de la entidad.

No obstante, de aquellos fructíferos años de trabajo – es justo citar aquí a su técnico, María del Carmen Perdiguero – aún queda la Exposición Permanente "Pedro Muñoz Seca: el humor dentro y fuera del teatro", actualmente ubicada en el Edificio San Luis Gonzaga (Plaza del Ave María, 2). En ella y a través de un recorrido expositivo en el que no faltan piezas originales y reproducciones (originales manuscritos y mecanografiados, textos inéditos, primeras ediciones de obras, documentos y objetos personales, fotografías, dibujos y caricaturas, carteles, programas de mano y postales, correspondencia, revistas y prensa, partituras musicales, el escritorio personal del autor con su mobiliario…), maquetas u objetos personales del autor se da a conocer la figura del genial comediógrafo, se muestra su amplia obra e importante legado y se reconoce su aportación al teatro cómico español contemporáneo. Todo ello en un recorrido por su vida y su obra salpicado, como no podía ser de otra forma, con el humor que derrochó en ambas.

Contacto para visitar la Exposición Permanente: Centro Municipal del Patrimonio Histórico - 956 86 00 22 - ptopatri@elpuertodesantamaria.es

Anécdotas y galería

Cuando se anunciaron plazas a concurso en la Comisaría de Seguros, se exigía el título de licenciado en Derecho y haber escrito alguna obra sobre tema financiero o de seguros. Muñoz Seca se declaró autor de A prima fija. Ya en posesión de la plaza, se le requirió para que presentase la interesante obra. El autor se excusó alegando que estaba agotada, pero ante la insistencia se vio obligado a entregar a su jefe un folletito titulado "A prima fija. Entremés estrenado con gran éxito en el Teatro del Duque, de Sevilla...". La ocurrencia hizo gracia y se le disculpó.

(Blanco y Negro. El Teatro, "Nuestros autores: Muñoz Seca, el hilarante conversador". 3 de abril de 1925)


Pedro Muñoz Seca era un hombre elegante que disponía de un abundante vestuario. De vez en cuando sus hijos le pedían corbatas. Él acudía a su armario y salía con ocho o diez puestas sobre el brazo. Ellos elegían las que más les gustaban y el resto volvía a los armarios. Pero ese resto se vió, a la larga, que se reducía a dos corbatas que nunca eran elegidas. Uno de sus hijos le preguntó: "¿Qué pasa con esas corbatas, papá?". Su padre contestó: "A esas las llamo yo los cabestros porque siempre salen con las demás y van de vuelta al corral".

(Semana, 25 de noviembre de 1952)


En cierta ocasión se le concedió audiencia real a una comisión de la Sociedad General de Autores, de la que formaba parte Pedro Muñoz Seca. Por equivocación llegaron antes de lo previsto. Más tarde, haciendo gala de su ingenio, el comediógrafo se disculpó ante el rey diciendo: "Señor, perdone por el incidente de antes, porque en realidad casi nos hemos proto...colado".

(Ya, 2 de marzo de 1967)


En un homenaje de los alcaldes al rey, Muñoz Seca debía asistir a una recepción real como jefe de la Comisaría de Seguros, pero él prefería estar en la manifestación popular en la calle. Como disculpa a su ausencia alegó que ese día prestaba servicio en palacio. Al día siguiente el ministro de Fomento le pide una explicación sobre ese servicio. Muñoz Seca contesta que es "Palomer de Corps", el individuo que en las solemnidades en que la Familia Real sale al balcón de Palacio espanta a las palomas desde el balcón superior "para que no hagan de las suyas". Y añadió "una tarea nada fácil, porque se necesita mucha práctica".

(Blanco y Negro, "Nuestros autores. Muñoz Seca, el hilarante conversador, 3 de abril de 1925)


Después de varios veranos en San Sebastián, don Pedro decidió comprar una casa en Ondarreta. Las villas vecinas se llamaban "Toki Eder", que significa Casa Hermosa, y "Toki Ona", Casa Buena. Muñoz Seca llamó a la suya "Toki el timbre".

(Alfonso Ussía: "Pedro Muñoz Seca. El hombre y el teatro". Conferencia, Oviedo, 11 de marzo de 1994)


En el estreno de la obra El diluvio los autores temían, como así fue, que la broma de los sevillanos chocaría. La acción se iba desarrollando un poco a trancas y barrancas, pues un sector del público se indignaba ante las "irreverencias" de los actores. Pero la entrada de los sevillanos fue el punto final: "Verán ustedes que la esposa de Noé, a espaldas de su marido, que es un buenazo, mete de polizones en el Arca dos parientes trianeros la mar de alegres". El público, que seguramente hoy celebraría la ocurrencia, entonces se indignó y pateó fuertemente la obra. El propio Muñoz Seca decía a los amigos: "¡Caballeros, cómo cayó "El diluvio"! Hace ya más de una semana y todavía estoy secándome".

(ABC, Páginas Teatrales, 13 de diciembre de 1928 y El Alcázar, "Como era Muñoz Seca", 7 de diciembre de 1961)


Preguntado Muñoz Seca por sus autores preferidos contestó que eran cinco:

Don Miguel de Unam-uno

Don Benito Pérez Gal-dós

Don Miguel de Cervan-tres

Luca de Tena, don Tor-cuatro

Y Benavente, don Ja-cinco

(Valera Gilabert, Juan Ignacio. "Retratos. Pedro Muñoz Seca". Canal Sur Televisión).


Diariamente su madre recibía una tarjeta postal con noticias suyas. A su vuelta de Roma, de la boda de d. Juan de Borbón, tras una breve y fría audiencia de Pío XI a los monárquicos españoles, Muñoz Seca le escribe:

"Queridísima madre:

vengo de tierras de Dios

tan humilde y tan cristiano

que en mi casa al "Water Clos"

le llaman ya "Waticano".

(Alfonso Ussía. "Pedro Muñoz Seca. El hombre y el teatro". Conferencia, Oviedo, 11 de marzo de 1994)


Aunque Pedro Muñoz Seca leía todos los días la prensa, no concedía demasiada importancia a las críticas de sus obras. Algunos críticos le atacaban por sistema y no se recataban en proclamarse enemigos suyos. Él, de todos modos, aprovechaba cualquier ocasión para saludarles cordialmente; e incluso les regalaba entradas cuando la obra alcanzaba las cien representaciones. Al día siguiente del estreno de una de sus obras, en la tertulia de "El Molinero" un amigo le preguntó: "¿Has leído la crítica de Enrique de Mesa?"

A lo que contestó: "La opinión de los muebles no me interesa".

(El Alcázar, "Como era Muñoz Seca", 5 de diciembre de 1961)


Muñoz Seca recibió en cierta ocasión una carta remitida por el Ministro de Cultura en la que este le decía:

Estimado Sr. Muñoz Seca:

[…] Sin duda, usted es un escritor de gran popularidad, por lo que resulta especialmente lamentable que a menudo el lenguaje empleado en sus obras sea tan vulgar y malsonante […].

Al poco tiempo, el ministro recibió respuesta de Muñoz Seca:

"Estimado Sr. Ministro:

En este mismo instante, tengo su carta delante; en breves momentos la tendré detrás".

(http: //www.blogodisea.com)

FUENTE: Fundación Pedro Muñoz Seca y María del Carmen Perdiguero Prado.

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