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El Puerto de Santa María
Pedro Muñoz Seca

Primeras obras

Primeras obras

En su época de estudiante, Pedro Muñoz Seca mostraba ya inquietudes literarias y afición por el teatro y la poesía. Eran frecuentes sus colaboraciones en el periódico local "Revista Portuense" donde publicaba poemas, artículos y cuentos.

En estos años estrenará sus primeras obras juveniles La república estudiantil, Un perfecto de pasivas, El señor de Pilili en el Círculo Católico Obrero y en el Teatro Principal de El Puerto de Santa María. El primer estreno importante y con bastante éxito fue Las Guerreras, escrita en colaboración con José Luis Montoto, en el Teatro del Duque en Sevilla, el 20 de marzo de 1901.

También participaba en tertulias y actos culturales, como el Discurso Inaugural del curso de la Academia de Bellas Artes de Santa Cecilia de El Puerto en 1903 o el Concurso Floral celebrado en el Colegio de San Luis Gonzaga en 1904, donde obtendría el premio de la Rosa de Oro a la mejor poesía. A pesar de toda esta actividad, el autor ya por entonces soñaba con triunfar en Madrid.

Primeros estrenos (1904-1910)

Con ciento cincuenta pesetas y otras cien que su madre le cosió en el chaleco por si tenía que volver, llegó Pedro Muñoz Seca a Madrid. Sus comienzos en la capital no fueron fáciles. A la vez que buscaba trabajo intentaba introducirse en el ambiente teatral.

En la tertulia del Café Nueva España conoce al autor Sebastián Alonso y juntos ponen en escena El contrabando, su primer estreno en Madrid, en 1904. Animado por este éxito, se sucederán varios estrenos en colaboración con éste y otros autores o en solitario. Simultáneamente, escribe en las tres revistas más importantes de la época: "Blanco y Negro", "Nuevo Mundo" o "La Ilustración Española y Americana". Además, en este periodo todavía son frecuentes sus escritos poéticos.

La relación con su pueblo natal sigue siendo muy estrecha, y en 1908 recibirá un importante homenaje en reconocimiento a su éxito como autor teatral.

Colaboradores (1911-1919)

En estos años Muñoz Seca se consolida como autor teatral formando parte de una generación de grandes autores cómicos como Arniches, los hermanos Quintero, Benavente, Paso, Abati, Sassone, García Álvarez, etc.

De sus numerosas obras, muchas fueron escritas en colaboración. En 1911 conoció a Pedro Pérez Fernández y con él estrena Por peteneras. A partir de aquí se convertirá en su principal colaborador (más de cien obras en común). Otro colaborador importante será Enrique García Álvarez. En 1914 estrenan Fúcar XXI, obra conjunta de los tres autores.

Se irán sucediendo estrenos y éxitos importantes: Trampa y Cartón (1912), El roble de la Jarosa (1915), El verdugo de Sevilla (1916), El rayo (1917), etc. En su teatro se está definiendo una forma propia de hacer comedia: la astracanada, subgénero que exagera y deforma hasta lo increíble los rasgos cómicos utilizando todo tipo de recursos (chistes, equívocos, retruécanos, etc.) con el fin de hacer reír. Se empieza a hablar de Muñoz Seca como su creador y máximo exponente

Muñoz Seca: la música y el cine

Muñoz Seca convirtió la música en un elemento fundamental de algunas de sus obras. Las denominó "zarzuela cómica en un acto y un solo cuadro" (Don Pedro, el Cruel, 1909), u "opereta en un acto dividido en cinco cuadros en prosa" (La canción húngara, 1911)". A una de sus obras más exitosas, Los extremeños se tocan, llega a calificarla de "opereta sin música, pero con cantables y evoluciones en tres actos y un prólogo".

Entre los compositores que colaboraron con Muñoz Seca hay que mencionar a figuras de la talla de Amadeo Vives (autor de Maruxa, Bohemios o Doña Francisquita, consideradas las obras cumbres del género) y Pablo Luna.

En la obra de Muñoz Seca se debe hacer una especial mención al séptimo arte, ya que captó rápidamente la importancia del cinematógrafo, nuevo vehículo de expresión artística. Utilizó proyecciones de cine como complemento del espectáculo teatral como en Trampa y cartón (1912) proyectando durante el entreacto de esta obra un cortometraje. El propio autor escribió argumentos cinematográficos como El espejo roto y La pura verdad.

Numerosas obras de Muñoz Seca han sido adaptadas al cine. En 1926 Los cuatro Robinsones, existiendo otra versión de 1939; en 1936 El rayo; en 1941 Pepe Conde; en 1943, El ilustre Perea (1943). Fernando Fernán Gómez dirigió y protagonizó una versión de La venganza de don Mendo en 1961, y Paco Martínez Soria y Florinda Chico protagonizaron El alegre divorciado (1975), basado en Anacleto se divorcia.

FUENTE: Fundación Pedro Muñoz Seca y María del Carmen Perdiguero Prado.

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