Es un ejercicio cuya finalidad última es la definición de una estrategia y un plan de actuación que fomenten la adopción de una cultura de la innovación por parte de los agentes que operan en la región, principalmente las empresas. Dicha estrategia:
- Ha de partir de las necesidades reales de esas empresas
- Ha de propiciar el aprovechamiento eficiente de las infraestructuras existentes y
- Ha de estar respaldada por el consenso de todos los agentes que operan en la región
Sin embargo, el interés del ejercicio no está sólo en el diseño de esa estrategia y en su aplicación, sino también en el propio proceso de desarrollo del proyecto.
- Administración Pública: Ayuntamiento, Agencias de Desarrollo,…
- Tejido empresarial/productivo: empresas pymes y tractoras, cámara de comercio, asociaciones empresariales,…
- Entidades generadoras de conocimiento: universidades, centros de investigación,…
- Centros e instituciones que ofrecen servicios tecnológicos avanzados o servicios en innovación al entorno empresarial:
- Centros Tecnológicos, Laboratorios, Centros de Formación e Información, Parques Tecnológicos, Incubadoras, Viveros de Empresas, entre otros.
- Organismos de transferencia de conocimiento y tecnología:
- Centros de Transferencia de Tecnología, Oficinas de Vinculación y Transferencia de Resultados de la Investigación.
- Entorno financiero: capital inversor público o privado tales como fondos de Capital riesgo, Business Angels, etc.
Mejorar la capacidad de los agentes regionales para desarrollar políticas que tengan en cuenta las necesidades del sector empresarial y las capacidades y fortalezas del Sistema Regional de Innovación. Proveer de un marco en el que se puedan optimizar las decisiones relativas a las iniciativas regionales futuras de inversión en I+D+I y TT. Un ejercicio RIS se desarrolla en 3 etapas: